Lo conoció a través de una red de networking.Venía viniendo de Europa.Un día de fin deverano del sur de américa del sur chatearon ydivagaron,las palabras soñaron encuentrochampagne, tango y callecitas históricas.Él yahabía llegado al país.Ella se despidó con un sabordulce .Se ató sus zapatillas , buscó una camperade algodón y un mp3 .Sonó su móvil y escuchósu voz.Varonil.Muy tierno.Conversaron unmomento y el dijo que su curiosidad había sidomás fuerte y ahora había quedado atrapado en suvoz. Quería que se conocieran.Ella se quedópensando en estas situaciones inopinadas que seoriginaban en la virtualidad y comenzaban atrascender y nadie sabe qué ni cómo...No habíasido una charla más.Igual se escabulló en lacaminata que transitaba el paisaje y la músicacompañera.Un par de veces volvieron a coincidircasualmente en el chat. El estaba ocupado.Oscilaba entre diferentes provinciasargentinas.Ella supuso casi certeramente que élestaba enamorado de alguna mujer.Pasaron meses.Un par de años tal vez.Comenzaron los mensajes de texto.Inmediatamente los llamados telefónicos.Ella supuso que era un preludio a un encuentroque prometía pasión.Te debo una explicación le dijo él en una de lasprimeras charlas telefónicas de esas que surgíansobre el filo de la madrugada. Hayuna mujer pero está muy lejos de aquí dijo el.Citó ladistancia que los separaba y cambio de tema.Ella tenía dudas, lo notaba raro aunque no loconocía.Lo suyo pasó a ser más curiosidad queinterés por este hombre contundente y volátil.Una noche de mucho calor sonó el móvil deella. El le contó que estaba sentado sólo en sucasa frente a una botella de Chandon y se laestaba bebiendo solo.Fue una charla muyextraña y reiteraba que la única mujer quepodría hacerle sombra a ella sería la que estabalejos.La voz de él ejercía un cierto embrujooscuro, casi macabro en ella. El no hablaba sesus sentimientos sin embargo la inducía a sentir.El decía sin decir yla curiosidad y la seducción eran uno de loscomponentes que acicateaban en ella querer saber más.Una noche ella decidió llamarlo.Estabaocupado.Después la llamaba ,le dijo.Y asífue.Entrada la madrugaba sonó el móvil y su vozirrumpió en el confesionario.Acabo de estar conuna mujer.Ella se quedó quietita en la cama ,atenta , escuchándolo. Nunca salgo con putas.Ella me mesedujo.Había bebido.Estoy volviendo a mi casa.Y lo escuchóen un monólogo muy extraño.Otra noche volvió a llamarla y le dijo que queríaconocerla personalmente, abrazarla y queestuvieran juntos.Dijo más cosas que ella seniega a que incluya en el relato.Obviamente dealto voltaje erótico.Nunca más supo de él...hastapasados unos meses , una mujer que decía ser supareja le dijo a ella que él había muerto.Quéestaban por casarse.Qué le había contado que laconocía a ella ( no le había dicho la verdad).Ellacalculó que él había fallecido después de laúltima noche que habían charlado tanintensamente.Ella decidió hacer silencio parano herir a esa pobre mujer .Pero él aún despuésde haber muerto siguió siendo un enigma...unser muy extraño y mucho más cuando ellacomprobó cuál era el vínculo que tenía conquiénes supuestamente lo conocían e interactuban... pero lodesconocían...Era tan feliz como le contó lamujer que decía ser amada por él? Fue casualidadque él falleciera cuando lamujer estaba próxima ainstalarse en este país. Para ella siempre será ellado oscuro de la luna.Ese lado que todostenemos pero que muy pocos llegan a conocer
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