lunes, 27 de julio de 2009

Entrevista a Dalmiro Sáenz en 2003: Era un pueblo tan chico que tenía un solo puto


Esa frase la dijo Dalmiro Sáenz, que en ese momento estaba frente a mí. Yo le respondí:-¿Cómo sabías que era el único?

La carcajada de Dalmiro se escucho un buen rato. Cuando dejó de reír, dijo:

-¡ Sos una hija de puta!

P. Ce -¿Qué es para vos un hijo de puta? Porque a Perón sus seguidores solían decirle ¡Qué hijo de puta, el viejo!, y sus enemigos también le decían hijo de puta.

D.S.- A la hijaputez muy a menudo se la puede definir como lo haría un chico: “el que lo dice lo es...”

P. Ce – Tanto vos como yo henos dicho la palabra hija de puta en este reportaje. Por lo tanto, según tu teoría, ambos lo somos.

D.S. ¡Ya lo creo que sí! Pensá lo que estamos haciendo. Estamos conversando con toda naturalidad sabiendo muy bien que la naturalidad es muy linda, pero hay que ensayarla mucho. Cada palabra muestra que el lector va a leer en este diario ha sido pensada para el lucimiento de cada uno de nosotros. Si esto no fuese un reportaje si esto no fuese más que una charla de amigos, estas palabras serían otras.

P. Ce -¡Sos un hijo de puta!

D.S.- ¡Hijo de puta coherente!

P. Ce - ¡Y yo, una hija de puta docente!

D.S - ¡¿Sos docente en serio?!

P. Ce – Sí, soy docente en una escuela de San Andrés de Giles.

D.S. – ¿Amas la ignorancia?

P. Ce – ¡Sin ella no podría vivir!

D.S. - ¡Qué sabia sos! Yo siempre pienso que las iglesias están en el mundo para defender el pecado. Si el pecado desaparece, desaparece la iglesia. Si Pilatos hubiese indultado a Cristo se podría todo, no?

P. Ce – Creo que por eso soy docente. Amo más las preguntas que las respuestas. Las respuestas son casi siempre una certeza, y las certezas son las tumbas del pensamiento.

D.S.- ¿Te crees lista?

P. Ce- ¡Sí!

Crónica de una entrevista anunciada

O de un antirreportaje

¡Dalmiro Sáenz me otorgó una entrevista!- irradié entusiasmada a los cuatro vientos. El imaginario colectivo no demoró en materializarse. Aguzó el oído y opinó: transgresor, insolente, perspicaz, sagaz, talentoso, desbocado, atrevido, enamoradizo, Don Juan, bla…bla…bla…

A mi parecer un hombre sumamente perspicaz, agudo, inteligente, irónico, crítico, inspirado, ocurrente, pensante, gracioso, seductor, espontáneo. Además, destacado escritor y dramaturgo. Fundamentalmente un self made man. Pues que el imaginario colectivo lo aprehenda desde el lugar que se lo permita.

Paradójicamente, le comento a Sáenz durante la comunicación telefónica, no he leído ninguno de sus libros. He leído sus notas de opinión, he seguido sus reportajes. Finalmente después de ajustar horarios, concertamos la entrevista para el miércoles veintidós de enero a las diez de la mañana, en su casona frente a la Plaza de los Dos Congresos. De inmediato me zambullí en Internet. Quería estar un poco más documentada acerca de su vida y obra literaria. Grata sorpresa. Además de su web page auspiciada por Argentores, hay numerosa información. Seleccionar, imprimir, leer. Obra fecunda y copiosa, inagotable. Jamás pasó inadvertida para el público y la crítica. Después, ¡a leer! Imposible despegarse de todo esto este material me conmovía minuto a minuto, ensayos, novela, novela histórica, policiales, colecciones de textos periodísticos, cuentos, cuentos de humor, teatro.”El Pecado Necesario”, “30/30”, “Las Boludas”, “Carta Abierta a mi Futura Ex Mujer”, “Yo también fui un espermatozoide”, ”Cristo de Pie”, “La patria equivocada” “Yo te odio político”, entre otras. “Setenta veces siete “ fue llevado al cine dirigida por Leopoldo Torre Nilson. Y hay más. Fue boxeador. Vivió en la Patagonia. Militó políticamente. Debió exiliarse. Recibió premios nacionales e internacionales.

El Encuentro

Entre lectura y lectura fueron haciéndose las diez de una mañana lluviosa. Con semejante bagaje y una docena de medialunas tibias toco timbre decidida y empapada. La puerta se abre a través de portero eléctrico. Una vieja escalera de mármol marcaba el camino hacia l universo de Dalmiro Sáenz, quién me espera, cortés, en el recibidor.

Pasamos a su escritorio. Libros y ventanales que permiten disfrutar de luz y verde. Nuestra conversación comienza con una anécdota que, resulta muy graciosa y da lugar al título de esta nota.

Durante las tres horas que duró este diálogo, descubrí un ser humano cálido, reflexivo. Seduce constantemente a través de su inteligencia, del humor, del respeto y el interés que demuestra por quien se encuentra frente a él.

Posee una gran sensibilidad e intuición, lo que le permite captar la esencia de su interlocutor que, por momentos deja de ser el entrevistado para tomar el papel de entrevistador.

Pregunta sediento, en forma urgente, apremiante. Por momentos da la sensación de conocer las respuestas. Podría decirse que desde sus propias vivencias.

Controvertido. Contradictorio y coherente a la vez.

Lejos del personaje y, a través de unas cortinas de humo, se lo intuye como un hombre muy sensible. Insiste en la carencia como una oportunidad para crecer y crear. Se conmueve ante el desamparo. Indudablemente un terreno conocido.

Sostiene que la fuerza del mundo son los sueños que se inventan. Que no tener deseos es no existir. Que es más importante soñar que tener. Que cuando uno no tiene sueños es una manera de no estar vivo. Que los argentinos pasamos de la pobreza a la miseria. Que la pobreza es carecer de dinero .Que la miseria es carecer de dinero y sueños. Que cuando uno está demasiado golpeado no puede soñar. Que la libertad se conoce desde la primera cadena. Que si todos nos dedicásemos a fabricar sueños, sería mágico.

En su “Carta corregida a mi futura ex mujer” dice: - El yo es la conciencia del yo y no los símbolos del yo. Los símbolos son transitorios, llegan y se van. Perseguirlos sería como contentarnos con el mapa en lugar del territorio. La búsqueda de la seguridad y la certeza, es la búsqueda de lo conocido. Lo conocido es el pasado y es el futuro donde está el suelo fértil de la creatividad. El futuro es incertidumbre. Es el espacio de todas las posibilidades. Sin él, la vida no sería más que una repetición de recuerdos gastados. Sería como mirar el futuro con la nuca.

“Cada mañana del mundo algo nuevo asoma a la luz, algo nuevo descansa en la sombra. Todas las mañanas del mundo pueden abrirse para recibir el amor que fluye del universo: de la fuerza de una ola, de la perfección de una hoja, de la belleza de un amanecer, del sabor de una uva, de una lágrima perdida”…

Solo me resta recordar la cálida despedida de este hombre atemporal. Bajé la escalera de mármol llevándome un manojito de su universo, recordando una de sus advertencias: -No dejes de escribir. La fuerza del mundo son los sueños que se inventan.-

Había cesado de llover.

Las palomas deambulaban, tímidas, por la Plaza de los Dos Congresos.

Semanario Noticias de SanAndrés de Giles

Año VI – N° 345

Pág. 9

31/01/2003