Vivo en un país libre,
cual solamente puede ser libre.
En esta tierra
en este instante,
y soy feliz
porque soy gigante.
Amo a una mujer clara
que amo y me ama,
sin pedir nada,
o casi nada,
que no es lo mismo
pero es igual.
Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago,
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un hombre despierto.
Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.
Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.
Pequeña Serenata Diurna
Silvio Rodríguez
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