lunes, 31 de diciembre de 2007

Reflexion de me indentifica mucho...

Saboreo cada acto. Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí,
entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba.
Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome. ¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario! Desde entonces me atreví a ser como soy!
He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: vegetarianos que devoran al prójimo con su intolerancia, personas que caminan con un cartel que dicen: "Yo se más que tu"; médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estúpidez su manera de vivir.
El árbol anciano me enseñó que todos somos lo mismo.
La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando indetenible, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo indio, es decir inocencia incluida.
Quizas solamente teníamos que ser humanos.
El que tu no veas los átomos, no significa que no existan. Por eso es muy
importante que sea el Amor lo único que inspire tus actos. Sin Amor nada
tiene sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz.
En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio. Anhelo
que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida.
El silencio es la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a los
imbéciles. La educación ofical te prepara para que seas tu propia
interferencia. Es interesante ver cómo los programas educativos eligen
cuidadosamente todo lo esencial para descartarlo; así, no se enseña a vivir
ni a morir, a amar ni a reír. La gente feliz no es rentable, con lucidez no
hay necesidades innecesarias.
No es suficiente querer despertar, sino despertar. La mejor forma de
despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a
quienes duermen al lado. Recuerda que el deseo de hacerlo bien será un
interferencia; es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.
No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo que es y se habilita
para hacer lo que puede, entonces se encarnan las utopías y lo imposible se pone a disposición. La mejor manera de ser feliz es: "ser feliz";
reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos. La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte. Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos, pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.
El corazón está en emergencia por falta de amor, hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella; nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua fluyendo;
el camino nos lo tenemos que hacer nosotros, mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.
La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.
Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica. Sin amor, el síndrome de inmunodeficiencia será adquirido inevitablemente y ello es mortal.
Desde mi corazón indígena sospecho que ser infeliz es una evasión. ¿Cuán
fácil es hacer tonterías en este mundo moderno! Sospecho que el hombre
empezó a equivocarse hace mucho tiempo, es decir que ya es tiempo de
rectificar la marcha, y reorientando el paso, retomar la sagrada senda del
sol. No es posible llegar a nuestro sitio sin trascender el egoísmo; no es
posible acceder a la vida plena sin haberse purgado previamente de miedos y temores. La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de
antemano la simplicidad; la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que
la sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente está tan
reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira
desconfianza.
Hay cosas que son muy razonables y... apestan. Ya no podemos perder el tiempo
en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de
amor.
Un día permitimos que nos esclavizaran y ni siquiera existe. El amo resultó ser un fantasma manejado a control remoto por quienes nos precisan domésticos.
Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no
enterarse de nada.
Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que
necesites, haz solo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.
La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia,
cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu
amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se
vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el
espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.
No importa lo que digan de ti... Lo que los demás esperan de ti pueden
convertirte en una cárcel; digan lo que digan de mí yo soy el que soy.

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