sábado, 3 de enero de 2009

Partenogénesis Pablo Neruda

Todos los que me daban consejos

están mas locos cada día.

Por suerte no les hice caso

y se fueron a otra ciudad,

en donde viven todos juntos

intercambiándose sombreros.

Eran sujetos estimables,

políticamente profundos,

y cada falta que yo hacía

les causaba tal sufrimiento

que encanecieron, se arrugaron,

dejaron de comer castañas,

y una otoñal melancolía

por fin los dejó delirantes.

Ahora yo no sé que ser,

si olvidadizo o respetuoso,

si continuar aconsejado

o reprocharles su delirio:

no sirvo para independiente,

me pierdo entre tanto follaje,

y no sé si salir o entrar,

si caminar o detenerme,

si comprar gatos o tomates.

Voy a tratar de comprender

lo que no debo hacer y hacerlo,

y así podre justificar

los caminos que se me pierdan,

porque si yo no me equivoco

quién va a creer en mis errores?

Si continúo siendo sabio

nadie me va a tomar en cuenta.

Pero trataré de cambiar:

voy a saludar con esmero,

voy a cuidar las apariencias

con dedicación y entusiamo

hasta ser todo lo que quieran

que uno sea y que uno no sea,

hasta nos sino los otros.

Y entonces si me dejan tranquilo

me voy a cambiar de persona,

voy a discrepar de pellejo,

y cuando ya tenga otra boca,

otros zapatos otros ojos,

cuando ya sea diferente

y nadie pueda conocerme

seguiré haciendo lo mismo

porque no sé hacer otra cosa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ese neruda, qué tipo, haz lo que sientas, yeah

guacalita dijo...

echaba de menos algo en tu blog, animate a poner mas cosas, esta es buena

PatriciaCe dijo...

Gracias a ambos!!!

PatriciaCe dijo...

Gracias a ambos!!!