domingo, 25 de enero de 2009

Tango

I

Hubiese preferido despertarme en un hospicio
Aquel
donde dijiste : - estaré siempre,
alli o en cualquier lugar que tu decidas.
Pero olvidaste darme 
dos monedas
para pagar el boleto.
Y lo que es peor, 
me desafiaste a buscar la dirección.
II
Como podías pedir 
que yo
Dulcinea
pusiese debajo de mi axila
aquel enigmático buzón
y las baldosas.
III
No te parece suficiente 
cargar con el peso de la vida?
IV
Fue así
que esta manana
desnuda de luna, de Piazzolla, de todo
tomé la determinación
y con una asquerosa y fría tijera entre mis manos
intenté
suicidarme las alas.
V
Yo vi tus alas
anoche
lo juro
eran tantas las palomas
que agitaban sus alas doradas
y tanto me dolían...


Y fue la esquina
o la noche
o la puerta abierta de mi mirada
que me punzaba la sangre
y me di miedo...
Temí seguir tu vuelo
tu locura
Temí chocar algún sol o alguna estrella
entrelazarme y confundirme entre los siete brazos
del algún arco iris imperturbable...
Estoy tan distraída esta semana.
Temí tener que secar
otra vez
mis lágrimas azules
con la funda mugrienta de una almohada.
Temí convertirme en deidad,
en pordiosera de la nada
Temí que aquel buzón infiel
secuestre mis cartas...
VI
Fue por ello
así
no de otro modo
que esta manana
desnuda de luna, de Piazzolla, de todo
intenté
inútil,
vanamente, 
suicidarme las alas.

© PatriciaCe

1 comentario:

Anónimo dijo...

me alegra que no lo consiguieras

un beso