sábado, 12 de enero de 2008

Sobre el fracaso


El fracaso es una realidad sólo para aquellos que creen en él. Pero nadie realmente fracasa en la vida. Jamás. A pesar de cada cosa que hayas hecho, ya sea miserable, despreciable o a escondidas -que realmente no lo es-, sigues vivo, y eso es algo milagroso. Fracasar significaría detenerse, sin embargo, nada puede parar, porque la vida es siempre continua; avanza a cada momento. Por eso, nunca puedes permanecer estancado o retroceder en la vida, ya que cada momento de la expansión continua de la vida siempre trae más y mayor entendimiento.


Tú nunca has fracasado. Siempre has aprendido. ¿Cómo podrías saber lo que es la felicidad si nunca has sido infeliz? ¿Cómo sabes cuál es tu meta sino una vez que la alcanzaste y te diste cuenta de que era un color diferente del que habías imaginado?


Tú nunca has cometido ningún error. Jamás. Nunca has hecho nada malo. De qué te sientes culpable? Todas tus equivocaciones, tus fracasos y tus errores son lo que se llama, apropiadamente, «pasos hacia Dios», paso a paso. Y sólo has llegado a saber todo lo que ahora sabes a través de haber dado todos los pasos.


Nunca te sientas culpable de aprender. Nunca te sientas culpable de saber. Eso se llama iluminación. Debes entender que has hecho lo que necesitabas hacer; todo fue necesario. Y tomaste todas las decisiones acertadas, todas. Tú vivirás mañana y también el bendito día que le seguirá, y todos los siguientes. Y lo que descubrirás en esos días es que sabes más de lo que sabes hoy. Sin embargo, el día de hoy no es un error; te guiará hasta la eternidad.


Tú tienes la opción de crear tu sueño de cualquier manera que elijas.


Pero como quiera que lo crees, para tu propio entendimiento emocional, estás añadiendo algo a la totalidad de la conciencia en todas partes; nunca le quitas, nunca puedes quitarle. Cada aventura que emprendes felizmente añade algo al fervor e intensidad de la vida. Cada pensamiento que abrazas, cada ilusión que experimentas, cada descubrimiento que haces, cada cosa vil y miserable que haces amplía tu entendimiento, que a su vez alimenta y amplía la con ciencia de toda la humanidad y expande la mente de Dios.


Si piensas que has fracasado en la vida o hecho algo equivocado, disminuyes tu capacidad de percibir tu propia grandeza interna y externa, y tu importancia para la totalidad de la vida. Nunca desees suprimir nada de tu pasado -ni una sola cosa- porque la ficción de todas tus experiencias, sublimes o desgraciadas, ha producido dentro de tu alma las magníficas y hermosas perlas de la sabiduría. Esto quiere decir que ya nunca tienes que volver a soñar esos sueños, ni crear esos juegos, o experimentar esas experiencias, pues ya las has experimentado y sabes lo que se siente, tienes en tu alma su información; se llama sentimientos, el tesoro más auténtico de la vida.


Ramtha


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